Cocina

La cocina en Sudáfrica, o al menos en la zona donde me alojé, no era muy distinta a la que solía comer.
En la casa donde me hospedé se comía muy bien. El desayuno era muy variado, con té y café, cereales, varios tipos de galletas, tostadas de mermelada y mantequilla y una vez por semana teníamos dos huevos fritos. Las comidas tenían menos cantidad, y consistían en dos sándwiches y cada día variaba el contenido (desde queso a tomate pasando por pollo). En mi casa teníamos merienda cuando llegábamos a casa por la tarde, y amábamos té y café y galletas. La cena era la comida mas contundente. Consistía en un único plato pero con mucha variedad. Predominaba el arroz, la pasta, legumbres, puré de patata, purés de provenientes del maíz y carne que acompañaba a todo lo demás, como salchichas. Muchas de las comidas tenían muchas especias, como pimienta o curry, las cuales aportaban un gusto más picante.

Un par de días comimos y cenamos fuera de casa para degustar la verdadera comida sudafricana (muchas mamas prefieren cocinar algo mas conocido para ti que platos típicos con los que se arriesguen a que "no te gusten").